Las dos vías (Dt 30, 10-20)

10 si escuchas la voz del Señor, tu Dios, observando sus preceptos y mandatos, lo que está escrito en el libro de esta ley, y si vuelves al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma. 11Porque este precepto que yo te mando hoy no excede tus fuerzas, ni es inalcanzable.

12 No está en el cielo, para poder decir: “¿Quién de nosotros subirá al cielo y nos lo traerá y nos lo proclamará, para que lo cumplamos?”. 13 Ni está más allá del mar, para poder decir: “¿Quién de nosotros cruzará el mar y no s lo traerá y nos lo proclamará, para que lo cumplamos?”. 14 El mandamiento está muy cerca de ti: en tu corazón y en tu boca, para que lo cumplas. Vida y muerte, bendición y maldición 15 Mira: hoy pongo delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal. 16 Pues yo te mando hoy amar al Señor, tu Dios, seguir sus caminos, observar sus preceptos, mandatos y decretos, y así vivirás y crecerás y el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para poseerla. 17 Pero, si tu corazón se aparta y no escuchas, si te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y les sirves, 18 yo os declaro hoy que moriréis sin remedio; no duraréis mucho en la tierra adonde tú vas a entrar para tomarla en posesión una vez pasado el Jordán. 19 Hoy cito como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra. Pongo delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, para que viváis tú y tu descendencia, 20 amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, adhiriéndote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra que juró dar a tus padres, Abrahán, Isaac y Jacob».

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